La formación política respalda las demandas de la comunidad educativa del centro y defiende la presencia de un mínimo de dos personas para atender el servicio, por pequeño que sea.

La Red de Educación de Izquierda Unida apoya las demandas que se realizan por parte de la comunidad educativa del CEIP Antonio Machado de Grazalema para que se mantenga, con todas las garantías, el comedor de gestión directa del que ha venido disfrutando el alumnado hasta hace unas semanas.

Según ha podido conocer el responsable de la Red de Educación, Ángel Fernández, la pérdida de un puesto de trabajo en la cocina del comedor y la baja médica de la otra persona que trabajaba en ella, provocó que se tuviera que utilizar un catering externo al centro para poder atender al alumnado usuario del comedor del colegio y del instituto. Apunta Fernández que esta situación ha provocado el malestar de las familias, que consideran que este tipo de gestión del comedor provoca una bajada en la calidad de la comida.

Destaca IU que, si bien, desde la Consejería de Educación se han hecho gestiones para sustituir a la trabajadora en baja médica, éstas han tardado varias semanas y han dejado al servicio sin personal de cocina. Sin embargo, denuncia que “la cobertura de una segunda plaza se antoja difícil, ya que habría que modificar la Relación de Puestos de Trabajo, trámite que es complejo”.

Para la Red de Educación de Izquierda Unida, “el personal de cocina asignado a los comedores debe de ser, como mínimo, integrado por dos personas, por muy pequeño que sea el comedor, pues ello da garantías de continuidad al servicio, incluso ante imprevistos”.

Cabe señalar que el comedor de gestión directa del CEIP Antonio Machado data de antes de la construcción del actual centro, es decir, desde principio de la década de los 60 del siglo XX; atendiendo a una media de entre 90 y 120 comensales de 3 a 16 años, aproximadamente el 90 por ciento de la población infantil del pueblo.

Destaca IU que, en los últimos 15 años, desde que la Junta de Andalucía puso en marcha el programa "alimentos sanos para escolares andaluces" se está consumiendo fruta y verdura ecológica de procedencia cercana, no más de 70 km, así como la no utilización de colorantes ni saborizantes químicos.

Según explica Fernández, “siempre se ha procurado que los niños y las niñas tomen cuatro frutas distintas a lo largo de la semana; la información nutricional y consejos para la merienda y cena a los padres se ha hecho periódicamente, haciendo partícipes a la familia de la alimentación de sus hijos; dicho sea de paso, en Grazalema, afortunadamente todavía, no hay problemas de obesidad infantil y cada vez más se crea la conciencia de que somos lo que comemos”.

Por otra parte, incide en el hecho de “el comedor escolar es motor económico para comercios locales, de forma que desde hace años se compra la carne y derivados alternativamente a las dos carnicerías locales, por lo que todas estas circunstancias sólo son posibles si se mantiene la gestión directa del comedor”.